El docente Camilista debe poseer características fundamentales cimentadas en las buenas costumbres éticas y morales acorde con la y filosofía de la Institución, por lo tanto, debe proyectar:

• Una personalidad integral, es decir, con cualidades éticas, morales, humanas, afectivas, artísticas, intelectuales que respondan a su propia vida, de los niños y de los jóvenes de la época actual.
• Responsable de su propio trabajo y buen sentido de pertenencia hacia él, demostrando ser un profesional idóneo.
• Seguridad en el desarrollo del proceso educativo para que los estudiantes vean en él la apropiación de la temática.
• Innovación con capacidad de hacer uso de nuevas estrategias pedagógicas que den un resultado productivo a los estudiantes, abiertos y disponibles para el cambio que se dé en el campo educativo.
• Automotivación frente a las fortalezas, debilidades y amenazas que se presenten.
• Crítico frente a su rol docente para el manejo de inquietudes académicas y comportamentales.
• Dominio de sí mismo y el grupo con el cual se desempeñe.
• Madurez para asumir sus responsabilidades positivamente.
• Con talento que le permite tener nociones claras sobre situaciones dispersas.
• cumplidor de las normas y disciplinas de la institución.